El año 1986, la industria automotriz chilena vivía una más que complicada situación. Los efectos de la severa crisis económica de 1982 y el posterior terremoto de 1985, que afectó a gran parte de la zona central del país, provocarían que las cifras de ventas y de producción se desplomaran, año tras año, a niveles críticos.

Si en 1981, en pleno “boom comercial” se comercializaban un total de 140.739 unidades (particulares y comerciales), 1982 cerraría con 55.910 vehículos, 1983 con 22.498, 1984 con 19.400 y 1985 con 17.267. Las ensambladoras locales, en tanto, pasaban de 27.496 unidades durante 1980 a 5.215 vehículos en 1985 (General Motors en Arica y Automotora Franco Chilena en Los Andes).



El mercado automotor se caracterizaba entonces por comercializar mayor cantidad de vehículos comerciales que de pasajeros, situación común en Chile durante gran parte de la década de los ochenta, pero atípica a nivel mundial. Ventajas tributarias y la necesidad imperiosa por parte de las empresas de renovar sus flotas daban movimiento al sector.

Es en ese contexto que los importadores locales ponen sus ojos en la industria automotriz brasileña, que desde inicio de los ochenta había desarrollado exitosas adaptaciones destinadas a un uso comercial; nos referimos a las Chevrolet Chevy 500, Volkswagen Saveiro, Ford Pampa y Fiat Pickup City, definidas todas como Small Pickup. 



Precisamente, será Fiat la que realiza la primera adaptación, en 1978, sobre la base del 147, un modelo estrenado en Brasil el año 1976, y que había marcado el inicio de la producción local de la empresa italiana.

La compacta camioneta recibió el nombre de 147 Pickup, terminada prácticamente a mano, adaptando partes y piezas de su hermano, y distando bastante del ejercicio de diseño realizado por Bertone en 1974 sobre la base del Fiat 127 italiano, de 1971.



La Fiat City montaba un motor de 1.050 cc, con capacidad de carga de 380 Kg. Llamativa era la puerta del pickup, de apertura lateral.

Tres años después, y sobre la plataforma del Panorama, la versión familiar 3 puertas, derivada igualmente del 147, con suspensión trasera reforzada, Fiat Brasil estrena la Pickup City, ofreciendo mayores dimensiones y una capacidad de carga de 500 Kg, presentación que viene acompañada de la Fiorino, similar a su hermana europea; de ahí que sea denominada igualmente como Fiorino Pickup. Hubo, incluso, versiones doble cabina, desarrolladas por carroceros locales.



El modelo se actualiza en 1984, recibiendo el frontal del 127 europeo de 1983, manteniendo su capacidad de carga, la misma que ingresará a Chile en marzo de 1986, asociada a un motor 1.3L de 58 caballos, tracción delantera, y tal como lo hizo en  su país de origen, será la primera en ingresar al mercado local .

En septiembre del mismo año, arriba a nuestro país la Volkswagen Saveiro, mismo mes en que arriba la coreana Hyundai Pony Pickup, mientras que en noviembre se sumará la sofisticada Subaru MV SubaruMV, para finalmente, en diciembre, recibir la Chevy 500. La Ford Pampa, en tanto, lo hará en noviembre de 1987. Aquí es importante recordar a la Saehan Max, la Chevy 500 coreana, modelo que ingresó a nuestro país en 1982.



El escenario para la Fiat Pickup City en el mercado local no sería el mejor. Sus tradicionales rivales brasileños -Chevy 500 y Saveiro- prácticamente se repartirán el mercado, eso sin considerar el exitoso resultado de los utilitarios, con Suzuki presentado el Super Carry de 1.000 cc, mientras que a nivel interno, la influencia de la Fiorino, modelo que ingresó a Chile en 1981, alcanzando a ser ensamblada en la planta de Rancagua, no resultaría menor.

Con todo, 1.162 unidades serán comercializadas en Chile hasta septiembre de 1989, momento en que ingresa la Fiorino desarrollada sobre la plataforma del Uno.



Ventas Chile Fiat Pickup City /Precio de la época

  • 1986: 171 unidades / $1.250.000

  • 1987: 203 unidades / $ 1.473.000

  • 1988: 378 unidades /$1.735.000

  • 1989: 410 unidades / $1.759.000 (enero-septiembre)



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Galería Fiat Pickup City


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