El año 1983 la francesa Peugeot presentaba el “205”, un modelo del que finalmente se comercializarán más de 5.3 millones de unidades, que lograría revertir el complejo estado financiero de la empresa, y que hasta hoy es denominado como el ¨número sagrado”. De todas sus versiones, una de las más destacadas, atractiva y divertida de manejar era la Cabriolet, la misma que hoy deseamos recordar.

Lo primero es hacer referencia a la génesis del mismo “205”, un proyecto denominado de forma interna como “M24”, iniciado en 1977, que estuvo liderado por Gérard Welter, fallecido recientemente en marzo pasado, que dio la batalla dentro de la misma empresa por salir a conquistar a clientes más jóvenes, los que no estaban interesados en los “conservadores” sedanes de gama media alta de la marca, junto con enfrentar la tradicional apuesta de la dirección de la empresa por apostar por diseños desarrollados por el carrocero italiano Pininfarina.



La solución de Welter fue tomar la plataforma del Peugeot 104 y olvidar todos los viejos paradigmas. De una cuadrada carrocería, carente de personalidad, con cierta aura tosca y rigurosa, se pasó a una de líneas redondeadas, limpia, con amplias zonas acristaladas: nacía entonces el juvenil y divertido “205”.

Con los prototipos perfeccionándose desde el año 1981, será finalmente el día 1 de diciembre de 1982 que las primeras unidades saldrán de la línea de producción, transformándose rápidamente en un éxito de ventas, y donde las planificadas 800 unidades diarias pasarán a ser 2.400 en un corto plazo.



Obtiene el segundo lugar como “Auto del Año en Europa 1984”, con 325 votos versus los 346 del Fiat Uno, el ganador, mismo momento en que el éxito del modelo da vía libre a Welter para desplegar toda su creatividad y fascinación por los modelos de competición, estrenando la versión “GTi” y las inolvidables 205 Turbo 16 para Rally y calle.

Sólo el año 1986 verá la luz el 205 Cabriolet, versión adaptada por Pininfarina, momento en que sale de producción el Talbot Samba, el otro ejemplar con este tipo de carrocerías en el gr upo PSA, y que igualmente había sido desarrollado por el carrocero italiano.



Los estudios para el desarrollo de una versión convertible se iniciarán a mediados de 1983, resultando en una carrocería de perfil cercana a la versión 3 puertas, con una barra antivuelco muy poco invasiva.

Las mayores modificaciones estarían relacionadas a la rigidez de la carrocería, reforzando, entre otros, toda la zona baja de los asientos y parabrisas. La manufactura no resultará ser proeza fácil. Los elementos básicos como Chasis y carrocería se fabricarán en las localidades francesas de Sochaux y Mulhouse, las que eran derivadas a las instalaciones de Pininfarina en Grugliasco, Italia, lugar donde serán finalmente ensambladas, para ser nuevamente enviadas a Mulhouse, lugar en donde se instalaban elementos mecánicos y eléctricos.



Al momento de su debut, en 1986, el Peugeot 205 Cabrio se ofrecería en dos versiones: CT y CTi. La primera equipada con un motor 1.4L de 80 HP, de carburador doble; mientras que la segunda será la 1.6L de 115 caballos. De ambas versiones se comercializarán  un total de 9.250 unidades, las que se sumarán a las 252 de preventa de finales de 1985.

Para 1986 las ventas bajan a 5.530 unidades, por lo que la marca decide reaccionar y ofrecer una versión más económica, al estilo del 205 Junior, asociado a un motor 1.4L de 70 caballos: “La CJ”. La respuesta es inmediata y las ventas subirán a 8.290 unidades, y a 8.787 en 1989.



Es en este punto que la historia del 205 Cabriolet se cruza con Chile, cuando se presenta en la FISA (Feria Internacional de Santiago) en octubre de 1987, con una versión “CTI”. Un año exacto después, se comercializarán las dos primeras unidades “205 CJ”, la única versión Cabriolet vendida oficialmente en nuestro país, una de las cuales había sido exhibida en la FISA de 1988; sin embargo la venta sólo se iniciará en enero de 1989, con un precio de la época de $4.230.000, manteniéndose en la oferta local de la marca hasta febrero de 1993.



En Europa en tanto, en 1990 las ventas aumentarán a 11.099 unidades, producto de versiones especiales como la “Roland Garros” con 1.000 unidades, la que pasará a ser de serie y, fundamentalmente, del “restyling” de carrocería, reconocible por faros frontales totalmente blancos y ahumados.



Las ventas en 1991 aumentarán a 12.982 unidades, un año récord en la producción del convertible. El motor del CJ y la Roland Garros aumenta a 75 caballos, mientras que el CTI se modifica para adaptarse a la normativa europea de uso obligatorio de convertidor catalítico, pasando de 1.6 a 1.9L de 105 caballos.

En 1992 las ventas bajan levemente a 11.718 unidades y bruscamente a 3.450 en 1993, lo que impulsa a la marca a sacar de producción las versiones CJ, Roland Garros y CTi, para ofrecer una versión única denominada “Cabriolet” a secas; con todo, sólo 736 unidades serán producidas el año 1994 y 48 en 1995, fecha del fin de la producción, momento en que se habían comercializado un total de 72.375 unidades a nivel mundial.



Ventas Chile 205 CJ: 47 unidades

  • 1988: 2 unidades

  • 1989: 27 unidades

  • 1990: 12 unidades

  • 1991/1992: 3 unidades

  • 1993: 3 unidades


Galería Peugeot 205 Cabriolet 1986-1995


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