Presentado en Japón el año 1988 como Daihatsu Rocky, el Feroza nacía como un todoterreno compacto de 3.7M de largo, capacidad para 4 pasajeros, posicionándose por debajo del Rugger, el mismo que en Chile se comercializará como Rocky; este último heredero histórico del TAFT, en nuestro país más conocido como LF20 y que ingresará originalmente el año 1979.
El inédito Feroza respondía a la necesidad de vehículos 4×4 polifuncionales, para uso igualmente urbano, enfocado a un público más juvenil, que más allá de disfrutar de las bondades de un todoterreno puro y espartano, buscaba mayores grados de sofisticación, equipamiento, además de una estética atractiva. Pinturas bicolor, tapabarros realzados y techo desmontable eran parte de la propuesta del Feroza.
Compacto y fácil de maniobrar, descapotado al estilo del Jeep Wrangler, y que con sólo accionar la palanca de los diferenciales podía circular en 2H, 4×4 baja y 4×4 alta, rápidamente se transformaría en uno de los modelos más atractivos del mercado.
A Chile ingresará en noviembre de 1988, con una partida inicial de 32 unidades, asociado a una motorización 1.6L (1.590cc) 16v de 85 HP, torque de 126 NM a 3.500 rpm, transmisión manual de 5 velocidades.
Curiosamente, el mismo mes arribarán a Chile las primeras dos unidades del Suzuki Vitara, su gran rival de la época, destinadas a labores de capacitación y estudio, el que finalmente iniciará su comercialización en abril de 1989.
El año 1992 el Feroza recibirá un pequeño facelift de carrocería, además de múltiples mejoras mecánicas y de equipamiento, cumpliendo sin problema alguno la obligatoriedad de incorporar convertidor catalítico, para finalmente en julio de 1994 recibir la segunda generación del modelo.
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