Compartimos la historia de un impresionante Toyota MR2, de primera generación, 1986, código AW11, que monta el mítico motor 4AGE Bluetop; modelo que refleja la pasión de Eduardo Pino por los modelos japoneses deportivos, de la década de 1980, pero que, además, nos habla de pasión tuerca, perseverancia y, por supuesto, de mucho esfuerzo.



Propietario inicial de un Subaru Justy, el mismo que lograría volver a la vida, gracias al trabajo conjunto, de mecánica y de pintura, con variadas personas, incluyendo, entre ellos, a su padre y hermano @cris_pino.

El excelente resultado reflotaba la idea de adquirir el sueño máximo, un legendario “MR2”, el mismo que de niño marcaría el inicio de su pasión automotriz.



Es así como aparecerían dos alternativas, para adquirir una unidad. La primera de ellas, color burdeo, que finalmente no llegaría a buen puerto luego que no se lograra acuerdo con el vendedor; mientras que el segundo, uno blanco, se perdería por un viaje realizado en 2015 a Estados Unidos y Canadá. En efecto, al regreso, la unidad ya había sido vendida.

Ahí aparecerá el Corolla Coupé, opción que surge frente al MR2 perdido, modelo que curiosamente había sido visualizado años antes en las calles de Viña del Mar, en la época de estudiante, allá por el 2010, momento en que agendaría la placa patente, visualizando que llegado el momento de contar con el dinero suficiente, lo buscaría e intentaría adquirirlo.



El destino finalmente los reunirá, cuando el hermoso Corolla Coupé gris, de 1988, que contaba con solo 135.000, es publicado en un portal de autos usados. Llegaba el instante preciso de decir ¡Lo Compro!.



De ahí en más pasarán alrededor de 3 años y aparecerá la Hilux cabina simple, abandonada en un campo, con motor desarmado en el pick up, 4 neumáticos pinchados, atrasada 3 años, a nombre de un primo, quien la tenía y en muy mal estado, logrando revivirla desde las cenizas, para volver a utilizarla a diario. Se le dotaría de juego de llantas Watanabe (réplica), que junto a los “fender mirror”, le otorgarían el look retro perfecto.



4 años más deberían transcurrir para que nuevamente apareciera la esperada oportunidad de adquirir un MR2, ocasión en que ni los documentos atrasados por más de 10 años, ni el estado de abandono en que se encontraba, serían impedimentos para hacerse propietario.




1 año y 8 meses de trabajo intenso, quitando mucho tiempo a la familia, utilizando el máximo de cupo de la tarjeta de crédito, desarme total de motor, importando muchos repuestos desde Estados Unidos, Reino Unido, y Japón, entre otros, se reflejarán en el espectacular “MR2” que podemos observar en las fotografías.




Esta nota especial, dedicada íntegramente al esfuerzo de Eduardo, prueba viviente de que ningún sueño es imposible, y que frente a cualquier objetivo, nunca se debe dejar de luchar, refleja la historia de muchos amigos que van por sus proyectos a toda costa, que pasan por muchos momentos de frustración y, que pese a todo, logran alcanzar sus sueños.

Eduardo, un orgullo compartir la historia de tu impresionante MR2; mucho más, un honor conocer tu historia. ¡Felicitaciones amigo !!





Lo pueden seguir en Instagram: edupino_182


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