Septiembre de 1992 y Daewoo ingresa oficialmente a Chile, vía representación de marca alcanzada por el grupo Sigdo Koppers, quienes aprovechando la coyuntura que establecía la obligatoriedad del uso de convertidor catalítico a partir del día 1 de septiembre, en las regiones de Valparaíso, O’Higgins y, por supuesto, Metropolitana; cumplirán a cabalidad, sin problema alguno, la nueva normativa medioambiental.
Las primeras 1.000 unidades se comercializarán en cosa de días; mientras que modelos súper ventas de la época, tales como Chevrolet Chevette o Nissan Sentra B12, quedarán relegados sólo a regiones. De ahí en más, se daba inicio a un verdadero fenómeno de ventas donde las marcas coreanas serán las nuevas protagonistas del mercado automotor local.
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