Todo un referente de la marca Peugeot, el “505” se transformaría durante la década de 1980, en el vehículo soñado de muchos. La consagración definitiva vendría con la versión “Evolution”, la misma que dotada de acertadas mejoras estéticas, se presentaría en el mercado nacional en marzo de 1989. Precisamente, es lo que ocurrirá con nuestro amigo Sergio Antonio, quien hoy nos presenta su impresionante “505 Evolution”, de 1990.
Admirador de los vehículos franceses, un día lluvioso, circulando por las calles de Puerto Montt, divisa a este León, entonces, algo descuidado pero, en perfecta estado. De ahí no pasaría mucho tiempo hasta obtener el número telefónico del dueño y cerrar el negocio.
Nos comenta que tenía típicas panas de autos viejos, y de carburador, pero partía a la llave. A los 19 años cumplía su sueño, y se convertía en propietario de un flamante “505 Evolution”.
En el viaje de Puerto Montt a Frutillar se comportaría de forma perfecta, mientras que el traslado a su destino final, Temuco, se realizaría en el camión de su jefe.
Nos agrega que “de a poco fui haciéndole arreglos eléctricos y de motor para dejarlo tal cual como salió de fábrica. Compré micas, algunos repuestos y se realizó mantenimientos de motor, cambio de aceite, además de regulación de válvulas”.
Dos años después, su Peugeot, de ya 33 años de vida, se pasea por la ciudad como en sus mejores tiempos, atrapando miradas y, por supuesto, con la recurrente frase de “vende la joyita”.
“Pueda decir que le funciona absolutamente todo, es un auto muy fiel, nunca me ha dejado botado. “Está bonito, mi abuelo tuvo uno igual, y no tiene nada que envidiarle a los autos nuevos”.
Sergio Antonio, un honor y orgullo presentar a todos nuestro amigos y seguidores tu hermoso Peugeot. Por supuesto, nuestras más sinceras Felicitaciones.
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